En el año 2020, se nos concedió acceso a los archivos judiciales del gobierno revolucionario cubano, cerrados al público durante más de 60 años, nuestro objetivo era documentar y rescatar el inmenso fondo fotográfico contenido en los expedientes penales. Este viaje se fue transformando en película tras la fortuita revelación de que Johny, el guardián de los archivos, tenía una singular capacidad de diálogo con las fotografías que atesoraba. A través de su mirada, exploramos la tensión entre la verdad y la propaganda, el pasado y el presente, en una narrativa que invita al espectador a cuestionar la veracidad de las imágenes y las narrativas históricas. Nuestra motivación es desenterrar estas historias ocultas y usar estas fotografías del pasado como un portal para dialogar con instancias que tienen una amplia repercusión en el presente.